miércoles, 4 de julio de 2012

Aldea gala

Viñeta de Pinto & Chinto, tomada de  http://dibujante.info/es_PRE/dibujantes/pinto-chinto 
"París bien vale una misa" dijo Enrique IV de Francia. Y todo porque él seguiría siendo calvinista, a pesar de convertirse al catolicismo para ser rey. Hollande no ha tenido que cambiar mucho su discurso en estas primeras semanas de gobierno, al contrario, ha ido a Europa con la idea de hablar de crecimiento frente a los santos mandamientos de la derecha que hablan de recortes, austeridad y reducción del déficit por encima de cualquier otro asunto. Quien dirige a nuestro vecino del norte cree que la UE parece no proteger a los pueblos y debería centrarse en defender la prosperidad como defendió la paz tras la II Guerra Mundial. Y en política interna ha empezado a demostrar que la alternativa es posible.
Hoy el Primer Ministro, Jean-Marc Ayrault, ha anunciado una serie de medidas con las que enfrentarse a la situación económica que vive el país que nada tienen que ver con el catecismo liberal merkeliano que sigue a rajatabla nuestro gobierno. En concreto, el gobierno francés no aplicará la subida del IVA que Sarkozy planeó antes de dejar el Elíseo, además ha dejado claro que habrá más tasas y más impuestos pero... especialmente para las petroleras y los bancos. También ha puesto como prioridad perseguir a los "falsos patriotas" que huyen de Francia para ir a los paraísos fiscales, tampoco ha evitado hablar de los especuladores como enemigos a los que hay que enfrentarse. ¿Les suena?
Estoy convencido que a lo largo de los próximos meses el gobierno francés tendrá que ejecutar medidas difíciles, puesto que reducir 40.000 millones de euros en dos años no puede ser nada sencillo, pero cuando se mantiene como prioridad crear 60.000 puestos de profesores es más que evidente que la visión de la salida a la crisis no tiene nada que ver con lo que, por ejemplo, vivimos en España.
La gran diferencia no estriba en la política en sí, que es obvia, el gran hecho diferencial está en querer ser presidente o no de tu país. En España tenemos un presidente que prometió justo lo contrario de lo que hace y todo porque sabe que encabeza un gobierno que no gobierna, vive según soplan los mercados (que son los especuladores que Ayrault se propone combatir). Digamos que Rajoy asume que no es él el que gobierna y se deja caer a la deriva como si fuera una marioneta en manos de los otros más poderosos y que, según el líder popular, algún día darán la cara por él. Lo lleva crudo. Sin embargo, Hollande y los suyos han decidido estar en el gobierno para gobernar, con todos los claroscuros que irán apareciendo en su acción ejecutiva y que nadie duda que existirán.
Veremos si la aldea gala que ahora parece tomar fuerza se consolida como alternativa, espero que Asterix corretee por Europa y haga que el espíritu francés de una izquierda, que sin ser radical apuesta por las personas, nos empuje hacia un sueño al que, como Ayrault ha dicho, "ninguna agencia sea capaz de calificar".

No hay comentarios:

Publicar un comentario