lunes, 25 de junio de 2012

Antiespañoles

Cuantas gracias a El Roto por sus viñetas.
Hay días, bastantes, en los que me levanto con ganas de provocar. Últimamente me cebo con los gloriosos éxitos de la selección española de fútbol, directamente afirmo que lo mejor que le podría ocurrir a este dichoso país es que el equipo nacional llegara a la final y perdiera en el último minuto de penalti injusto con la todopoderosa Alemania. Además, la máxima gloria supondría que la Merkel alzara los brazos en señal de triunfo y pusiera cara de entusiasmo tras el triunfo y que su imagen fuera respondida con el odio de todos los telespectadores patrios que fijarían en su careto el pose del victorioso que humilla a la Roja. Sería extraordinario que apareciera un sentimiento claramente contrario a la canciller teutona y que aflorara en las calles. Estoy seguro que ante eso muchos ciudadanos que se inyectan en vena los abundantes minutos de la información deportiva (casi sinónima de futbolera) del telediario, pero que obvian el resto de noticias repletas de ajustes duros y de rescate en forma de línea crediticia, verían a doña Angela y a todo lo que ella hace, incluyendo el control del déficit, con muy malos ojos y sin entender casi de nada harían un trabajo reivindicativo imposible en cualquier otra situación. Sería su mejor servicio a la patria más que nada porque pintarse la cara de rojo y amarillo, comprar banderolas rojigualdas a un chino del todo a cien o gritar el lolo lolo lolo como letra del himno español, tiene muy poco de servir a la patria, yo creo que solo se logra ridiculizarla.
Formar parte de toda esa parafernalia es formar parte de la cortina de humo que todos sabemos que supone el fútbol, no es justo para nosotros mismos inyectarnos la anestesia para que el final de nuestros derechos parezca más dulce, o directamente no parezca nada. Yo para eso no quiero ser español, porque ser español para mi es otra cosa bien distinta. Si alguien piensa que soy maniqueo le responderé que la vida es un camino lleno de prioridades.
Ser patriota es defender los derechos logrados gracias al esfuerzo colectivo, incluso gracias a la vida de muchas personas. Ser patriota es no mirar para otro lado cuando, en aras del ahorro, se presume de no dar cobertura sanitaria a personas, de hacer que las medicinas se paguen dos veces, de mirar al enfermo como si fuera un cliente. Ser patriota es defender igualdad de oportunidades a partir de una escuela pública creada con el dinero de todos. Ser patriota es no confiar en los que dilapidan a base de corrupción y malas artes los recursos públicos. Ser patriota es no dejar que te engañen ni a ti ni a los que te rodean. Es ese el verdadero sentimiento de trabajo colectivo y no el que nos quieren ofrecer, y acatamos, cuando afirman que todos apoyamos a un equipo de deportistas y tras él está todo un país. Un país entero no puede estar para eso o, al menos, no puede estar solo para eso.
Si lo único que une a España es un grupo de futbolistas, seguramente muy buenos y también muy bien pagados, es que estamos repletos de antiespañoles.

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